lunes, 13 de diciembre de 2010

Un poema de Antonio García de Dionisio, que siempre nos ayuda a cruzar la noche en luz

Ángel de la guarda



Sobre tormentas

andas de una voz a otra voz.

Largos suenan los truenos

sobre el mundo,

para no resguardarse de la lluvia;

largos suenan, trizándonos por dentro

lo poco que nos queda de verbena,

y sin embargo somos

audaces y tenaces, como el niño

que se atreve a cruzar la noche a ciegas

para encontrar su sueño.

                                         Alguien mira

delante de nosotros, por si acaso

la piedra está escondida en otra piedra;

el filo de la luz desde otra luna,

o, lo que no sabemos,

nos parta el corazón desde una esquina.


Sobre tormentas fuiste la palabra

que nos hizo creer,

dudando que existieses

a nuestro lado siempre,

como alguien

que en secreto nos habla

y nunca conocemos su semblante.


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