jueves, 26 de mayo de 2011
miércoles, 25 de mayo de 2011
Eladio Orta: Desembocadura: Lugar por donde los ángeles se convierten en mar: En Ayamonte.
DECRECER
veo espejos brindados
en el barrizal de espejos andantes
ciudades fantasmas a orilla del mar
ése es nuestro naufragio
no ponerle al barco : decrecer
brindemos por la sombra del árbol
que oscurece de pájaros
eladio orta
(dibujo: federico gallego ripoll)
Paco Gómez: Mudanza en noviembre
(No hay noche tan oscura que no pueda desahuciarse, dice Paco Gómez. Seguro que tras, ese amanecer de sus mudanzas, aguarda el ángel.)
MUDANZA DE NOVIEMBRE
Acaso aún estoy a tiempo
de dejar olvidado en la mudanza
este diario y acabar por siempre
con este asedio de alma y tiempo y muerte,
de formas y de danzas del delirio,
danzas que alzan la pena
y penas que destierran de las almas
la dicha de ser sin implorar a nadie.
Quisiera no mirar a sitio alguno y habitar
un lienzo de serpientes grises que desemboquen
sus ojos en la noche oscura y yerma de un verso,
y dejar en el aire el aire que aviva el fuego
y apaga candelabros.
Y no es tal el silencio
que en todos los silencios me acompaña,
ni es canto la palabra de la siembra,
es sólo un repentino movimiento de mareas.
No hay instante que aguarde mi descanso,
ni hay luz que se interponga entre dos labios.
No hay noche tan oscura que no pueda desahuciarse,
y es tan terrible el miedo que desnuda y desarma
el sueño como un pueblo sumergido en las aguas.
Todo muda de atuendo y de vivienda,
como niebla que cada tarde visita monasterios
Porque todo es mudanza puedo verte
y entender tu mirada a las afueras
de una vida que danza y alza penas,
y es transporte de hierros,
argamasa de voces y silencios.
Poco recoge el diario que ahora escribo,
luciérnagas que asoman cuando duermes,
y una ciudad que siempre se vacía.
Yo necesito hablarte de mi pena
y me niego a morir dos veces por lo mismo.
Paco Gómez
De Diario de la horas muertas, 2002
Dibujo: Federico Gallego Ripoll
martes, 24 de mayo de 2011
Carlos Medrano: La mirada del ángel
(Mirado por el ángel, mirándose en el ángel, Carlos Medrano deja abierta la puerta de la estancia donde el ángel aguarda; donde el ángel o él: donde la vida aguarda.)
Para tocar un ángel
traspasa su misterio.
Tiene forma de carne,
no es necesario el cielo,
pero sí cuando llega
su luz se reconoce.
Lo que entonces sucede
ocurre donde vives
sin que nada moleste.
Tiene forma de calles,
camisas, voces, árboles,
o patios en silencio
con geometría de flores.
Tú sabes de ese instante
que no baja de nubes,
ni te aparta del tacto
con que tocas el mundo.
Sólo nace de dentro.
Y al extender la mano
que revela el encuentro
no importa nada entonces:
el pesar se diluye,
y el tiempo y su costumbre.
Sientes la transparencia
desde un sentido nuevo
que te lleva a lo cierto
más allá del ocaso
de todo lo caduco.
Porque tú eres el que abres
la mirada del ángel,
la nostalgia imparable
de un ser inmarcesible.
Carlos Medrano
(Artà, Mallorca, primavera de 2011)
Dibujo: Federico Gallego Ripoll
sábado, 7 de mayo de 2011
David Eloy Rodríguez: Ah, el amor, música antigua que suena siempre tan nueva
(Un mínimo instante. David Eloy Rodríguez condensa la eternidad en una mirada.)
AH, EL AMOR, MÚSICA ANTIGUA
QUE SUENA SIEMPRE TAN NUEVA
La nieve resbala despacio desde el glaciar
hacia el corazón de los que se aman.
Pero ellos son ángeles
en carne viva
retando cara a cara al frío.
David Eloy Rodríguez
Dibujo: Federico Gallego Ripoll
miércoles, 4 de mayo de 2011
Luis Fernández Zaurín: Yesterday
(Este ángel melancólico evoca un tiempo en el que el mundo y sus medidas estaban hechos a la medida del mundo de los hombres.)
YESTERDAY
Del celemín al nanosegundo:
España se incorpora defini-
tivamente al sistema de pe-
sas y medidas europeas.
EL PAIS
Había algo poético en el metro
allá en París
en su barrita de platino iridiado
y también algo triste,
pues se sabía
que el frío la encogía, muy poquito,
y el calor la estiraba.
Eran tiempos mejores,
cuando la primavera hacía variar
algo tan perfecto,
digamos que era también alegre.
Y un día nos anuncian
que la diezmillonésima parte
del cuadrante
del meridiano terrestre se ha perdido.
No ha encogido definitivamente hasta ser
nada,
no se ha alargado hasta no poder ser medido,
ni se ha evaporado
y el meridiano, es un consuelo,
aún sigue siendo el mismo,
sólo que todo cambia y que ahora ya sabemos
que la longitud de onda en el vacío
de la radiación óptica de un átomo
de kriptón 86
que no esté perturbado
también se llama metro y es más metro,
es decir, más perfecto,
y que no duerme en París,
esas cosas no duermen.
Lo último que sabemos es que,
aunque un metro aún sigue siendo un metro,
ahora se define como la longitud del trayecto
que recorre la luz durante el tiempo
exacto de 1/299.792.458 de segundo
y que es muy triste,
más triste que aquella vieja barra de
platino,
más triste que todos los otoños de París
y que todos los metros del mundo.
Luis Fernández Zaurín
Dibujo: Federico Gallego Ripoll
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