domingo, 27 de febrero de 2011

La belleza es efímera. Y, a veces, también lo es la bondad. Alto es el precio de la dicha, viene a contarnos Rolando Revagliatti.



Imponente


Identificado con nuestra aflicción 
humana

imponente
el ángel resucitó
al perrito atropellado en una ruta
por mi camioneta

Pesaba sobre el ángel
la fuerte inhibición
celestial:
No parirás
                 milagros

La infracción afectó
inmediata
                y fatalmente
al antes vigoroso ángel

Perdió la mayoría
de las plumas de sus alas
y de nosotros se despidió
                                        transido
volatilizándose.

                                      Rolando Revagliatti

                               Dibujo: Federico Gallego Ripoll

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