INVOCACIÓN Y ELEGÍA
Vuelvo el rostro al pasado. La memoria
ve atrás un desolado monumento
sin nostalgia ni amor. Frías cenizas
de otros yo, que pudieron haber sido,
pero no son. Y sólo pueden darme
un levísimo soplo que no basta
para alentar mi ánimo. Y ahora
que el futuro no existe, y el presente
vive en mí como daño, yo contemplo
la realidad. Su luz insoportable
que me ciega. Ningún mortal entera
acaso nunca pudo contemplarla
o tan sólo los ángeles de Rilke
-espléndidos, insomnes, como fuego-
toleraron su vista. Yo lo intento.
Y me ciega. ¡Es tan pequeño
lo que mi ojo abarca y duele tanto!
Y por eso os invoco en este día,
oh dioses, que sin duda, existís, vivos,
en lo interior del pecho de los hombres.
Ahora. Venid ahora. Tengo frío.
No espero el alba. Y me siento viejo.
Fernando Ortiz
Dibujo: Federico Gallego Ripoll
Fernando Ortiz
Dibujo: Federico Gallego Ripoll
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