viernes, 31 de diciembre de 2010

Culminamos el año con este ángel cercano y familiar, de ligera mochila y actitud amable, que nos trae de la mano Dante Bertini.
















El ángel que no aguarda

con gesto cansino y leve peso
mirando al frente sin fijarse en nada
con andar pausado y perfil quieto
atraviesa frente a mí
esta que fuera
sin ninguna duda
alguna vez
hace un montón de tiempo
una auténtica puerta de hierro

tiene la espalda tan ancha como las caderas
(y en él esto es un canon de belleza)
la cintura es pequeña
y el cuello grueso luce un mechón de pelo oscuro
que lo parte en dos con expresivo gesto
con tan casual como simétrica ternura

un viento suave le gira la cabeza
y deja que entrevea su cara pequeña
de rasgos sin dolor
su expresión de trazo suave
sin aristas
(adolescente de una estirpe sin heridas
de una ciudad sin guerras
de un pueblo sin conflictos)

lo sigo a la distancia durante algunos metros
el tiempo y el espacio necesarios
para comprobar que va a su aire
aéreo
y pese a la pluma blanca que asoma de su mano izquierda
pese a la dulce mansedumbre de su soledad en espera
permito que los caminos se bifurquen

Cargo demasiado lastre para tanto vuelo.

                                   (De "amorimás", 3ª ed. SyP ediciones, 2009)

jueves, 30 de diciembre de 2010

Igual que el ave genera el espacio de su vuelo, Aquilino Duque genera para sus lectores el tiempo de la contemplación en el que mana su Poesía.







LOS ÁNSARES

UN compás de aves migratorias
mide los ángulos de los ángeles.
Nunca fue el cielo tan exacto
como al cruzar los ánsares.

Desde las dunas de Noruega,
desde Curlandia, desde el Báltico
trenzan y tensan la gran cuerda
de un invisible arco.

Van al encuentro de las dunas
que avanzan hacia la marisma
y trazan al posarse en la arena
los signos rúnicos de un enigma.

¿Escriben sus notas de viaje,
sus visiones sobre las nubes,
las ecuaciones en que Dios
encierra el tiempo que huye?

                      De “El engaño del zorzal”, Hiperión 1986

Del corazón de Europa, de Orígenes, de las Antillas, de la cultura judía, de la América abierta, del respeto, de la amistad... y de la arcana sabiduría de los hombres auténticos, se nutre la poesía que comparte con nosotros José Kozer



HOMENAJE A LORENZO GARCÍA VEGA


Bastón a siete geometrías nueve colores chillones
en mano y se tambalea porque
los tiempos actuales y las
constelaciones se tambalean.

Y sin embargo su sombra tanto en las paredes
como en el suelo permanece
todo el tiempo a medida que
avanza de habitación en
habitación erguida: hierática:
¿qué, ajena a los reflejos, la
endereza?

Extenuado se sienta en el primer sillón a mano:
y pasa de la comadrita del
patio a la butaca del cuarto
a la banqueta alta (roja) del
comedor haciendo lo mismo
todo el tiempo, sentarse:
ojos vidriosos respiración
apenas y la cerviz doblada
por el peso de la edad el
calor brutal la necesidad
de no mirar astros ni
acontecimientos: nada
ajeno a su escritura le
incumbe una escritura
que de un año a la fecha
no traslada rimero de
palabras al papel.

Aún más extenuado después de la diaria construcción
in mente de la página página
y media que escribe para
verla irse borrando a medida
que la escribe cual el tatuaje
se borra al morir el cuerpo
sale a caminar por las calles
empedradas de su pueblo
natal pueblo de yaguas
jaboncillos jagüeyes el
caballo de madera de los
infantes y la potra que al
revés de los hechos del
mundo se monta al potro
ebúrneo o por exceso al
unicornio se le ve (lo ven
y lo saludan) (alzan los
sombreros de yarey)
pasar del brazo de la
madre (a la derecha)
la cónyuge (a la
izquierda) no imparte
Lorenzo García Vega
reparte y de la
distribución brotan
patacones platos
humeantes de yuca
con mojo mazos de
tabaco pantalones
de dril con bajos se
dan vuelta donde el
pueblo termina enfilan
de regreso cantando
(tres osamentas
rumberas) cantan
tristuras y finuras de
la época va erguido
Lorenzo astros a la
vista en correspondiente
equilibrio a su propio
equilibrio y en lo que a
los tiempos que en su
momento fueron aquellos
tiempos qué decir a qué
hablar o qué narrar.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

En el temblor del agua profunda de las palabras de Salvador López Becerra, vuelan los ángeles.





Os reforzaré con mil ángeles, uno tras otro.

Corán.8;9.





Cruzan Ángeles
por las azules paredes de la casa
 (honrado estanque 
donde vivimos).

Universo mágico
donde Dios, o  Al-lâh, nunca descuida sus peces.




Lalla,
mi Amor,
en tu boca habita un ángel.

Cada décima de segundo
tu aliento expulsa invisibles alas.
Tu hálito es su alimento


………………………….

Ángel mío

Ángel de Luz
Ángel de Vida
Ángel de Dios

Ángel Amín.

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Ángel:
aunque el nombre a otros nada importe
díctame el nombre;
dime tu nombre,
que el nombre a mí si mi importa,
Ángel.




Esta mañana, muy temprano,
sombrío por un mal sueño,
al asomarme a la calle,
encontré depositada
en el escaloncillo de mi puerta,
una pequeña pluma,
no se si de paloma, no sé si de gaviota,
que me hizo cosquillas en el ánimo.

Sí, estoy seguro que esta madrugada
el ángel extraviado de un vagabundo
durmió, aquí, en la cancela;
que pidió posada
y no le oí.


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Mientras hablaba ocupadamente por teléfono
tocaron al timbre de sonido de pájaros alegres.

Era un hombre
con  ambarino y chamuscado bigote cano
en una cara triste que pedía insignificante limosna
—esta vez no, le respondí moviendo, distraído, la cabeza—

Mi ángel de la guarda
me dio un retorcido pellizco en la conciencia.

Pasados los años
todavía — ¡ mirad! — puedo mostrar el moratón.
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Una presencia sin bastón ni gafas oscuras
tropieza con nada,
tampoco esquiva mi pluma,
ni respira al revés;
en la sonrisa posee una imposible boca
que habla silencios;
tiene una tonalidad
incolora, traslúcida,
presiento que es un ángel de la guarda
en busca de empleo.


¡Atención! He aquí la palabra transparente del Poeta. Acompañándonos... José del Saz Orozco

Mientras diviso
montañas y grises
la ciudad descansa a mis pies

Las hormigas
pasean como hombres
siempre atareados

Emerge luz de las cosas
y el corazón se inflama

Tal es el misterio de la vida

¿De dónde vienen
adónde van?

No saben

No contestan

Quizás al gobierno no convenga

Así
en el tiempo corto de la noria
ángeles descienden

Y mientras duermo
duermes
 

A través de la voz de Amador Palacios, la vida nos mira a los ojos, nos pregunta, nos espera, nos redime.



LA HERIDA



A veces la herida es una pequeña muerte, una revelación
que muestra ese retablo
(otros llaman película)
de estampas adensando una compacta
cronología.
Otras veces, la herida fluye
procurándonos un contento (adusto)
que convalece en grumos de piedad.
Muchas otras nos pide, pensativa,
que separemos muellemente las piernas
y ofrezcamos las ingles a la música.
La herida es cortesana
plena de timidez, halago, escalofríos
por los que en su existencia vivimos de un pavor enamorado,
del rasgo estremecido que la herida supone;
y, eso sí, consolándonos con un buen vino rojo.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Tras Adviento, la Luz. (O la palabra de David Leo García)



TE HAS CORTADO
                (¿verano afuera el jardinero cuida de las yucas amistad superándose dos manos apretadas bicicletas surgidas en el ritmo del tráfico compás del corazón sin más ni más?)

en un dedo

              (¿colinas del placer la voz interrumpida por el humo los proyectos en calma fluyendo el porvenir la sensación haberlo conseguido?)

con las tijeras:

                (¿cielo más profundo clamores más allá de las estrellas nada se crea nada se destruye todo rota lo mismo que nosotros en torno a lo ideal lo mínimo mira están los ejércitos de ángeles dándose solución un dios ha sido bautizado?)

sangras.

Cuando escampa, Vanessa Soriano chapotea en los charcos con sus katiuskas llenas de ángeles enamorados





ÁNGELES EN LA LLUVIA
 
 

 
        La humedad limpia su Alma,
             que se refleja a través de la Lluvia que cae afuera.
        La Ciudad está desnuda 
        y El Espíritu se funde con Ella.
        Ambos mojados,
       con el Agua resbalando,
        yacen Entrelazados...         
                
                                 Por encima de este escenario,
             y más allá de Todo,
             Tú y Yo,Volamos...
 

Mientras hilvana sus "Cuadernos del Matemático", a Ezequías Blanco le revolotean los ángeles entre ábacos, reglas y compases

SIN LÍMITES

Amo los labios amarillos
y las líneas arcanas pero firmes
de los mapas antiguos
de las galaxias en ebullición…

Me encanta cuando bailan los rectángulos
y el ágil afán que muestran
por escabullirse de los planos de sus límites…

Gozo con la contemplación
de la silueta de un  ángel que hechiza
a los planetas presos en sus márgenes…

Me seduce su empeño de evasión
por la estela del vuelo
por la puerta mágica de una esquina…

¿Quizá eres tú luna la que sonríe
al otro lado…? Llévame contigo.

Llévame luna al encuentro del ángel.

                 

lunes, 20 de diciembre de 2010

Ante la inminencia inevitable de la Navidad, compartamos los incendiarios y deslumbrantes propósitos de Pedro A. González Moreno para los próximos mil años

ÁNGEL EXTERMINADOR

   Expúlsame del fuego diluvial
de tus alas, del jardín abrasado
de tu sexo.
                  Incéndiame
con la amorosa impaciencia de tu ira.
Sólo sentir el roce prohibido de tu llama
será ya poseerte
para siempre.
                       Aléjame
del sueño torrencial de tu rostro,
meteoro de brumas derramado
en el aire.
                 Arrójame
de tu región de nieve no besada,
territorio de lumbre que la sed desconoce.

   Deja que tus labios de escarcha llameante
aniden en mi boca
                                y que mi palabra
sea a la vez infierno y paraíso
bajo la luz sangrante de tu espada.


      (De Pentagrama para escribir silencios) 

sábado, 18 de diciembre de 2010

A Jonathan Mayhew los ángeles lo escriben de derecha a izquierda entre los ojos de los búhos


Dentro del armario, dos máquinas: 

una para medir la fuerza de la respiración; 

otra, para medir la velocidad de la oxidación. 

¿Sueño? ¿Vigilia? ¿Quién describe a quién, en el poema de Manuel Jofré?

VISITACIONES ESPECTRALES

Por fin conocí a alguien
Que no está

Un fantasma que me visita
Todas las noches

Se parecía a mí
En sus modales

Pero no era yo
Eras tú
Pero tú eras
Una parte de mí

Ya sé quien eres:

La que me roba
Lápices del escritorio

La que cambia
Mis libros de posición

La que deshace mi cama
En las noches

Te he visto
Escribir páginas firmadas
Con mi nombre

Haces tuyos
Mis deseos más recónditos

Y por mi boca
Me haces hablarle
Palabras de amor
A la mujer
Que aún no conozco
Pero que presiento

Sólo sé
Que soy
Un ventrílocuo
De ti

Desde "Casabierta", la más hermosa y cuidada pequeña editorial de Mallorca, nos aterriza un ángel herido, transparente y veraz -como él mismo-, de Pedro Andreu

Dislocación de un ala

La ciudad duerme en ruinas
y tu ángel de la guarda te murmura,
borracha, que ya fue. Que todo fue.

Acaricias sus alas, como a una perra enferma
bajo la madrugada de gas.
Le besas las ojeras y contemplas
sus plumas despeinadas de llorar.

La luz artificial de las farolas
moja sus hombros tenues.
Subís a duras penas la escalera de casa,
os tumbáis en la cama mientras cruzan
sirenas pelirrojas la ciudad
abandonada y triste como una tele vieja.

Tu ángel de la guarda pierde sangre, demasiada,
al sur del omoplato y magulladas tiene
las rodillas. La sacaron a rastras de aquel antro
donde luchó por ti, caliente de gintónics.

—Volverás a volar, hija de puta, me lo debes
y esos matones a sueldo del amor
nos pedirán perdón arrodillados.
Te besarán los pies mientras les das patadas.

              De Anatomía de un ángel hembra (Casabierta-ed.)