Federico conoce ángeles sin alas. También nosotros.
EL AIRE Y LA MIRADA
Perder las alas no
quiere decir perder el vuelo.
Ni
perder los ojos es
perder la vista, el dónde
ver, el don
de ver.
Se vuela y mira,
se ama, con el
corazón.
Perder el corazón
es
perder el aire y la mirada,
seguir teniendo
qué ver, con qué volar,
pero no para quién.
En soledad no existe
el paraíso.
Texto y dibujo: Federico Gallego Ripoll
Poema en Quién, la realidad. Hiperión 2002
Bello..Gracias Luis!e impacto este poema, senti que me cortaron las alas cuando me ordenaron parar, la culpa por haber hecho mal uso de mi energia me entristecio mucho tiempo..
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