viernes, 18 de febrero de 2011

Goya Gutiérrez vuela por sus palabras; ángeles y aves impulsan el ascenso de una voz cada vez más clara







Que nadie intenta poseer (Fragmento)

                   I


En las alturas la levedad del cuerpo

La casa hecha de aire cimentada por alas

para no encadenar la alegría

de vivir en lo fugaz el continuo fluir

las resonancias de la vida alada



Un grupo de vencejos ha traspasado

la limpidez del cielo

Humildes aves malabaristas

siempre en ascenso



¿Por qué ese vuelo ese alejarse

de lo de abajo de lo terreno?

¿Quién les advierte

de ese otro vértigo

de ángel caído?



                   II

Construir hacia dentro un vacío

que albergue lo frágil

Crear la oscuridad de algún abismo

en el blanco papel protector y habitable

para engendrar



El ave carpintera canta y labora

Igual que la poeta dota a su casa

de plenitud y de oquedad

Con sus labios ahondan redondean

liman paredes y palabras sin descanso



Y su canto es un eco

de aquella caverna del fondo del tiempo

que se alza

anunciando esponsales

hogar provisional poemas

que un día dejarán en herencia

a otras aves atentas oidoras

del lenguaje de su ritual



                            Goya Gutiérrez
                            Del libro “Hacia lo abierto” (en prensa 2011)
                                Dibujo: Federico Gallego Ripoll

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